La nación europea sucederá a Eslovenia al frente del principal ente para la paz y la seguridad del planeta en paralelo con los extendidos debates sobre la necesidad de reformarlo y ampliar su estructura.
De acuerdo con los reclamos de la comunidad internacional, la reconfiguración del Consejo debe incluir en asientos permanentes a países de África, América Latina y Asia-Pacífico, regiones subrepresentadas como resultado de la configuración heredada de la década del 40 del siglo pasado.
La actual estructura, con China, Francia, Reino Unido, Rusia y Estados Unidos con poder de veto, es reflejo del equilibrio de poder a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando fueron creados la ONU y sus organismos.
Los otros 10 integrantes se asignan regionalmente repartidos entre África, Asia y el Pacífico, América Latina y el Caribe, Europa Occidental y Europa Oriental.
Su presidencia es asumida por cada uno de los integrantes por turno durante un mes, siguiendo el orden alfabético en inglés de los nombres de los países.
Desde su creación, este es responsable de la gobernanza para la seguridad mundial, incluido el mantenimiento de la paz y la estabilidad internacionales.
Este año, Argelia, la República de Corea, Guyana, Sierra Leona y Eslovenia comenzaron un nuevo mandato hasta 2025 mientras que Ecuador, Japón, Malta, Mozambique y Suiza culminarán en diciembre su membresía no permanente.
Las resoluciones adoptadas por el Consejo son legalmente vinculantes para todos los estados miembros de la ONU, por lo que se considera el órgano más poderoso dentro del Sistema de Naciones Unidas.
lam/ebr