Ignátiev recordó este martes a la prensa que la presidenta moldava, Maia Sandu, afirmó con anterioridad que sería capaz de solventar «el problema transdnistrio» en cuestión de un año o dos, si bien matizó que el asunto no tiene por qué convertirse en un escollo en el proceso de integración en la Unión Europea.
Si hablan de forzar la solución con presiones y amenazas, sin tener en cuenta la opinión de los que estamos de este lado del Dniéster, es una equivocación peligrosa que entraña el riesgo de una escalada de consecuencias impredecibles», comentó el diplomático.
El ministro sugirió interpretar la declaración de Sandu en el contexto de la campaña de cara a las presidenciales del 20 de octubre próximo, y no como un plan concreto.
La experiencia de más de tres décadas de negociación entre Tiráspol y Chisináu, según Ignátiev, muestra que «es un proceso integral y complejo, que no admite ligerezas de enfoque».
La región autónoma de Transdniéster, con el 60 por ciento de la población conformada por rusos y ucranianos, buscó la salida de Moldavia durante los últimos años de la existencia de la Unión Soviética, temiendo que los nacionalistas empujasen al país unirse a Rumanía.
En 1992, tras el frustrado intento del Gobierno moldavo de resolver el problema usando la fuerza, la región autónoma se convirtió de hecho en un territorio independiente.
Actualmente la región es un territorio fuera del control de Moldavia con todos los atributos de un estado, incluida moneda propia, Constitución, bandera y Fuerzas Armadas.
El mantenimiento de la paz en la zona corre a cargo de la Comisión de Control Conjunta y un contingente militar mixto de Rusia, Moldavia y Transdniéster.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) insiste en resolver el conflicto por la vía negociada en el formato 5+2 (OSCE, Rusia, Ucrania, Unión Europea y Estados Unidos como mediadores, así como Moldavia y Transdniéster).
El territorio rebelde, que a principios de este septiembre prohibió por ley el nombre de Transdniéster para reafirmar el de República Moldava de Pridniestrovie, insiste en obtener independencia, pero Chisinau se limita a ofrecerle una amplia autonomía.
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