De acuerdo con cifras del organismo, más de 700 mil personas en el país fueron obligadas a abandonar sus hogares, con un aumento del 22 por ciento con respecto a los índices registrados en junio.
El alza de los desplazamientos en los últimos meses profundiza la crisis humanitaria del país a causa del incremento de la violencia de las pandillas, dijo este miércoles a la prensa Stéphane Dujarric, portavoz del titular de la ONU, António Guterres.
Cerca de las tres cuartas partes de los haitianos fuera de sus casas buscan refugio en otras provincias, en particular en la región de Gran Sur, donde se resguarda casi la mitad.
En Puerto Príncipe, la cuarta parte de los desplazados viven en sitios superpoblados, con acceso limitado a los servicios básicos.
Mientras tanto, 1,4 millones de niños y maestros experimentan graves interrupciones en la educación durante el último año debido a la inseguridad en curso.
Como respuesta, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ofrece transferencias de efectivo para que las familias puedan cubrir los costos relacionados con la escuela, apoyan a los menores desplazados a integrarse en las escuelas de acogida y distribuye además kits escolares.
“La agencia hace todo lo posible para apoyar a estos niños y a sus maestros. Sin embargo, la respuesta sigue siendo, como no sorprenderá, muy poco financiada”, lamentó Dujarric.
La Unicef reclama apoyo financiero para su plan humanitario, que apenas recibió el 30 por ciento de los 30 millones de dólares solicitados para proporcionar apoyo educativo este año en el país caribeño.
Un panorama igualmente sombrío experimenta el Plan de Naciones Unidad que cuenta con 264 millones de dólares de los 674 millones necesarios, lo que equivale a un 39 por ciento.
rgh/ebr
