En su perfil de Facebook, la Uneac expresó: «Fiel a todas las edades y latitudes: Marta Valdés se nos queda eterna hecha canción».
«Conmueve la partida física este 3 de octubre de la fundadora de la Uneac, de la auténtica cubana», subrayó la institución cultural.
La relevante compositora, intérprete y crítica musical cubana falleció a la edad de 90 años.
Numerosas publicaciones e instituciones cubanas ponderan la destacada y larga trayectoria artística de esta exponente nacida en La Habana, en 1934.
Valdés recibió a la edad de 11 años las primeras nociones de guitarra y posteriormente estudió Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, e inició su carrera profesional en 1955, con la composición del bolero Palabras.
Estudió teoría y solfeo con varios profesores cubanos y se incorporó, en 1963, a los cursos del Seminario de Música Popular, dirigido por el pianista y musicólogo Odilio Urfé.
Figuran entre sus composiciones boleros, sones, criollas, habaneras y música para teatro y televisión.
Trabajó como asesora musical del Grupo Teatro Estudio y participó, en 1967, en el Encuentro de la Canción Protesta, auspiciado por la Casa de las Américas.
Fue también Valdés figura sobresaliente de la segunda generación del filin, puente entre los maestros fundadores del género y los cantautores del Movimiento de la Nueva Trova, según destacan las reseñas sobre su vida y obra.
Entre las canciones de su autoría se cuentan Palabras, No es preciso, José Jacinto, En la imaginación, Canción simple, Deja que siga sola y Tú no sospechas, entre otras muchas.
Voces importantes del panorama musical cubano y latinoamericano popularizaron sus composiciones, entre ellas la de Vicentico Valdés, Elena Burke, Bola de Nieve, Cheo Feliciano, Fernando Álvarez, Martirio, Omara Portuondo, Miriam Ramos y Pablo Milanés.
Una nota emitida por el Ministerio de Cultura con motivo del deceso de la artista Marta Valdés en esta capital remarca su exquisita sensibilidad artística, su palabra poética y su gran talento musical.
Trabajó entre 2009 y 2013 la columna Palabras, en la publicación digital Cubadebate, y publicó varios libros, entre los que destacan Donde vive la música, Palabras y La cuerda al aire.
Recibió las distinciones por la Cultura Nacional y Félix Elmuza, la Medalla Raúl Gómez García y las órdenes Alejo Carpentier y Félix Varela de Primer Grado.
Valdés también fue reconocida con los premios Pablo, del Centro Pablo de la Torriente Brau, Cubadisco y Maestro de Juventudes, de la Asociación Hermanos Saíz.
Fue miembro fundadora de la Uneac, recibió las distinciones por la Cultura Nacional y Félix Elmuza, la Medalla Raúl Gómez García y las órdenes Alejo Carpentier y Félix Varela de Primer Grado.
A la destacada compositora le fue otorgada además la Réplica del Machete de Máximo Gómez, del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Admirada en Cuba y en el extranjero, la muerte de Marta Valdés nos priva de una de las más grandes compositoras de la historia musical cubana, según refiere en su nota del Ministerio de Cultura.
La institución envío condolencias a los familiares y amigos de la artista y comunicó que por decisión familiar, su cadáver será cremado.
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