Mediante su página en Facebook, el titular indicó que el Gobierno húngaro vetará la propuesta de la Unión Europea (UE) de establecer gravámenes de hasta el 45 por ciento a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en el país asiático, pues el plan es «perjudicial y peligroso».
Bajo el supuesto de contrarrestar la competencia desleal, el Ejecutivo de la UE elaboró una lista de aranceles definitivos contra los surtidos en cuestión, cuya aprobación final dependerá de una votación por parte de los 27 Estados miembros de bloque, prevista para el viernes.
Los burócratas de Bruselas (sede del organismo comunitario) están por matar mañana ritualmente la futura competitividad de la economía europea, opinó Szijjártó.
“¿Por qué es tan perjudicial y peligrosa esta propuesta de los burócratas de Bruselas, y por qué puede acabar ritualmente con la competitividad europea? Pues, la columna vertebral de la economía europea es la industria automovilística”, argumentó el jefe de la diplomacia húngara.
Según recordó, los fabricantes de automóviles del área mantienen no solo una estrecha cooperación con sus homólogos chinos, sino que muchos de ellos cuentan también con plantas en la nación asiática.
El proyecto de la Comisión Europea es aplicar aranceles adicionales, hasta un máximo de 36,3 por ciento, que se sumarían a la tasa habitual del 10 por ciento dispuesta para los carros eléctricos chinos.
mem/mjm