El apagón es consecuencia de varias averías en distintos puntos de esta isla caribeña, bajo la dominación colonial de Estados Unidos, a la que se ha impuesto la privatización de su sistema eléctrico bajo el pretexto de que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) era ineficiente.
La empresa estatal fue conducida a la bancarrota por los gobiernos de los partidos Nuevo Progresista (PNP) y Popular Democrático (PPD), que la convirtieron en un feudo particular para beneficio de sus ejecutivos.
La privatizadora canadiense-estadounidense LUMA Energy, a cargo de la transmisión y distribución de la energía eléctrica en Puerto Rico, anunció que alrededor de 312 abonados no tenían electricidad, debido a una avería en EcoEléctrica, que sacó de servicio seis estaciones, afectando a los municipios de Caguas, San Juan y Arecibo, entre otros.
“Debido a limitaciones de generación que operan los productores de energía, algunos clientes pudieran estar experimentando interrupciones de servicio temporales”, manifestó LUMA Energy en su cuenta de la red social X.
El diputado Ángel Matos, del PPD, advirtió que las expresiones del director ejecutivo de la JSF, Robert Mujica, de que LUMA Energy se queda sí o sí, constituyen un atentado a la democracia y menosprecian el poder del pueblo de irse a las calles como en el verano de 2019, cuando fue derrocado el gobernador Ricardo Rosselló.
“Los puertorriqueños quieren un servicio eléctrico estable, a un precio justo y LUMA Energy ha fallado miserablemente”, sostuvo Matos García.
Consideró que «estas expresiones de Mujica atentan contra la prosperidad económica”, por lo que exigió su renuncia inmediata por menospreciar insultar al pueblo puertorriqueño.
Los frecuentes apagones en Puerto Rico comenzaron en junio de 2021, cuando LUMA Energy entró al escenario nacional, situación que ha estado acompañada a constantes incrementos en la factura.
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