Hemos registrado desde el día 24 de septiembre el ingreso de 72 mil libaneses y unos 197 mil sirios que residían en la nación vecina, informó el referido departamento, y aclaró que solo durante este miércoles entraron cinco mil 500 y 14 mil 400, respectivamente.
Las cifras anteriores no abarcan a los libaneses y sirios que entraron a través de pasos ilegales y fueron acogidos por los pobladores de las localidades sirias fronterizas.
A su vez, el primer ministro sirio, Muhammad Ghazi Al-Jalali, afirmó a los miembros de su gabinete la necesidad de cumplir las directivas del presidente Bashar al-Assad y brindar todo lo necesario a los libaneses que llegan a la nación.
Hemos preparado todas las condiciones para una respuesta humanitaria rápida y para asegurar las necesidades de los desplazados y monitorear sus condiciones en sus lugares de residencia en coordinación entre varios ministerios, afirmó.
El jefe del Ejecutivo agregó que se modificaron algunos procedimientos para facilitar el ingreso de todos los procedentes del Líbano, y puntualizó que Damasco está abierta a cualquier iniciativa que contribuya a brindar apoyo a los libaneses.
Por su parte, el jefe del Comité Superior de Ayuda, el ministro de Administración Local, Louay Kariba, reveló que hay contribuciones de los sindicatos para el envío de ayuda a Líbano, además de garantizar los suministros de alimentos y materiales básicos.
El Ministerio de Salud sirio dio instrucciones a todos los hospitales y centros médicos para recibir y atender a los libaneses de manera gratuita, así como movilizó ambulancias y equipos médico en las fronteras.
A su vez, el Ministerio de Educación anunció que todas las escuelas del país están abiertas para recibir de manera gratuita a los menores libaneses que desean recibir clases.
El Gobierno sirio condenó enérgicamente las brutales y criminales agresiones de Israel contra Beirut y reafirmó que la persistencia de Tel Aviv de cometer terrorismo, derramar sangre y cometer todo tipo de crímenes de guerra y de lesa humanidad provocaría una escalada peligrosa en región, cuyas consecuencias serán impredecibles.
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