Al recibir un guardacostas donado por Estados Unidos, el mandatario subrayó que su control y el dominio y cuidado de los mares son factores determinantes en la seguridad y defensa del territorio.
Sin embargo, remarcó el jefe de Estado, esos mismos espacios fueron aprovechados por organizaciones criminales para sus operaciones con la negligencia o incluso el consentimiento de autoridades anteriores.
En la base del Comando Naval del Pacífico, departamento occidental de Escuintla, el abanderado del partido Movimiento Semilla aseguró que el esfuerzo realizado en casi nueve meses de gestión valió la pena.
Solo en esta etapa, aseveró Arévalo, casi triplicamos las incautaciones de droga contra períodos pasados y desde enero hasta este septiembre capturamos 10 mil 800 kilos de cocaína, como tres veces más la cifra de 2023.
Los recursos no han abundado, amplió, a veces son incluso insuficientes, pero sobra voluntad y coraje, resaltó el sociólogo de profesión ante la vicepresidenta Karin Herrera, otros funcionarios del Ejecutivo, militares e invitados.
Expresó su admiración por el trabajo notable y sostenido de los comandos navales del Ejército, con el apoyo de las unidades militares de aire y tierra, y con la colaboración y coordinación de las instituciones civiles del Estado.
Este guardacostas será un recurso importante para potenciar el esfuerzo que estamos haciendo y llevar más allá todavía los éxitos logrados, enfatizó el político de 65 años.
La donación del buque se circunscribió a la visita de varios días a esta nación del subsecretario antinarcóticos de Estados Unidos y exembajador en Guatemala, Todd Robinson, quien participó en el acto de entrega.
Según el ministro de Defensa Henry David Sáenz llegaron además motores para lanchas, medios necesarios para la repotenciación de dos guardacostas en servicio durante muchos años y la reparación del sistema de iluminación desde el muelle naval.
El también general de Brigada recordó que recibieron la última donación de esta naturaleza de los Estados Unidos en el año 1967.
Todo esto nos ayudará a la recuperación de capacidades para reforzar la vigilancia y combate de amenazas nacionales y transnacionales en el espacio marítimo, describió Sáenz.
Algunos analistas locales observan con preocupación el intercambio entre ambos países en los últimos tiempos y advirtieron de una abierta injerencia de la Casa Blanca, que persigue mantener su control sobre Guatemala.
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