Sería la tercera estadía de Xi en Brasil, siguiendo las de 2014 y 2019, además de una anterior a su ascenso como líder.
Tal visita simbolizará la alta estima de los nexos bilaterales a través de ceremonias formales y destacará la importancia del creciente comercio entre los dos países, a pesar de un reciente retroceso en las inversiones.
Las relaciones con China están en su mejor momento, creando un ambiente propicio para fortalecer las asociaciones en el sector agrícola, destacó el ministro interino de Agricultura, Roberto Perosa.
Reconocido por su robusta capacidad de producción agrícola, Brasil ve en China un socio estratégico, tanto para la exportación de materias primas como para el desarrollo de tecnologías que promuevan la eficiencia y la sostenibilidad del agronegocio.
Entre las solicitudes del gigante sudamericano aparecen la liberación de productos como carne de vacuno con hueso, chicharrones bovinos y harina de cacahuete, que pueden ser fundamentales para diversificar las exportaciones y satisfacer la creciente demanda de China.
Además de estos artículos, la negociación involucra una docena de productos, incluyendo sorgo, uvas frescas, sésamo y harina de pescado.
Se espera que algunos acuerdos sean formalizados durante la estancia en suelo brasileño del gobernante chino, impulsando las relaciones comerciales entre los dos países.
Con la ampliación del acceso a nuevos mercados, Brasil busca consolidar su posición como uno de los principales proveedores de alimentos del mundo, aprovechando las oportunidades que surgen con la visita de Xi y la creciente interdependencia entre las dos naciones.
Según especialistas, el Gobierno brasileño diseña una propuesta para atraer inversiones, pero el modelo debe adaptarse a lo que el país quiere y no a una copia del contrato de la iniciativa Nueva Ruta de la Seda.
Una fuente involucrada en el proceso de negociación detalló que debe «hacerse de acuerdo con intereses y circunstancias brasileñas. Tenemos nuestras leyes laborales, la de licitaciones, las ambientales, responsabilidad fiscal, varias cosas que deben cumplirse», subrayó.
Recientemente, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva convocó a una reunión con varios ministros para comenzar a trabajar en una lista de proyectos que le gustaría presentar a las autoridades de Beijing.
El comercio entre Brasil y China alcanzó el nivel histórico de 157,5 mil millones de dólares en 2023 y tiene potencial para crecer aún más, según señala un estudio de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones.
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