En un mensaje en la red social X, Reyes denunció que el imperio y sus lacayos pretenden asfixiar al pueblo de la hermana República de Cuba con el cerco económico, comercial y financiero, una medida criminal e inhumana.
En ese sentido, Reyes convocó a la solidaridad a demandar el fin de esa política hostil, impulsada por varias administraciones en Washington y que viola derechos fundamentales de la población cubana, un reclamo universal que volverá al pleno de la Asamblea General de Naciones Unidas a finales de este mes de octubre.
En septiembre último, al explicar en La Habana ante la prensa el informe «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba», el canciller Bruno Rodríguez precisó que se trata de la política de guerra económica más despiadada, abarcadora y prolongada que se haya impuesto a país alguno.
El documento recoge que, como consecuencia de esa política, Cuba sufrió pérdidas por cinco mil 56,8 millones de dólares desde el 1 de marzo de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, lo cual representa un incremento de casi 200 millones de dólares con respecto al informe anterior.
El diplomático aseveró que la afectación aproximada es de más de 421 millones de dólares mensuales, o sea, 13,8 millones de dólares diarios, y apuntó que en seis décadas, esas afectaciones se elevaron a un billón 499 mil millones de dólares.
De no existir tal política, el Producto Interno Bruto de la isla pudo haber crecido en un ocho por ciento durante 2023, subrayó.
Reafirmó además que la arbitraria inclusión de Cuba en la lista del Departamento de Estado de países que supuestamente patrocinan el terrorismo profundiza las dificultades y afecta sensiblemente a las familias cubanas.
Cuba es víctima del terrorismo que se organiza y financia desde territorio de Estados Unidos, denunció.
Cuba no está sola en el enfrentamiento a ese cerco multidimensional, recordó el jefe de la diplomacia en la isla al señalar que desde 1992 la comunidad internacional ha ratificado el rechazo a esta política, reforzada a niveles sin precedentes durante el impacto de la Covid-19.
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