Los representantes de las naciones participantes acordaron trabajar de conjunto en la formación continua de la fuerza laboral y a fomentar las alianzas público-privadas para la movilización de recursos y conocimientos.
Asimismo, decidieron estimular la inversión en infraestructuras que fomenten la resiliencia económica y la sostenibilidad.
Además, incentivar un clima favorable mediante el desarrollo de políticas que atraigan las inversiones de conformidad con las prioridades nacionales.
Los estados también se comprometieron al fortalecimiento de las industrias creativas y culturales por su importancia en la generación de productos turísticos innovadores.
Señalaron que la Declaración final de Punta Cana supone un paso decisivo para forjar una alianza transformadora entre América Latina, el Caribe y África, y acordaron reunirse cada dos años.
El evento sesionó en la ciudad de Punta Cana, ocasión en la que ministros, académicos, expertos y actores de la industria de ambas regiones discutieron las maneras de impulsar el turismo como actividad económica y motor de la riqueza ambiental, histórica y cultural.
La inversión estratégica, la formación continua del capital humano, la búsqueda de innovación y la inclusión de más industrias culturales y creativas fueron los cuatro pilares que ONU Turismo incentivó a poner sobre la mesa en este primer encuentro.
Para su secretario general, Zurab Pololikashvili, la cumbre dio paso a una hoja de ruta dirigida a mejorar el posicionamiento de las dos regiones en el mercado turístico internacional.
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