En total, durante los combates en la línea de operaciones de Kursk, el enemigo perdió además, 135 tanques, 66 vehículos de combate de infantería, 98 blindados de transporte y 870 de combate, 165 piezas de artillería, y 33 lanzacohetes múltiples, señala el comunicado del ente castrense.
Además, las tropas rusas destruyeron nueve lanzamisiles antiaéreos, cinco vehículos de transporte y carga, 43 estaciones de guerra electrónica, nueve radares contrabatería, tres radares de defensa aérea, 20 piezas de ingeniería y otros equipos.
Durante la última jornada, las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania llegaron a más de 350 militares, seis vehículos blindados de combate, así como tres piezas de artillería, entre ellas una unidad de artillería autopropulsada Caesar de fabricación francesa y un obús M777 de fabricación estadounidense.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 130 mil civiles. Desde el 9 de agosto la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
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