Una declaración oficial de la Cancillería calificó de cínico y falaz ese texto y llamó nulo e írrito el fallo, mediante el cual, dijo, se pretendió despojar a este país sudamericano de su territorio en la Guayana Esequiba.
El Ministerio para las Relaciones Exteriores afirmó que Guyana “continúa mintiendo ante el mundo, buscando desesperadamente desconocer que Venezuela tiene títulos históricos incontrovertibles” sobre ese territorio de más de 159 mil kilómetros cuadrados y rico en recursos minerales estratégicos.
Refirió que la nación vecina, con la cual mantiene una disputa territorial hace más de un siglo, “es simple heredera de un despojo histórico colonial” ejecutado por el Reino Unido de Gran Bretaña, para satisfacer su política imperial y apoderarse de las inmensas riquezas de la República Bolivariana.
La nota señaló que todo el proceso que dio lugar al Laudo Arbitral de 1899 resultó claramente fraudulento.
Explicó que el Tratado de Washington de 1897 -el cual le sirvió de base- fue negociado entre el Reino Unido y Estados Unidos con el engaño a Venezuela, lo que dio como resultado “un tratado desigual e injusto y fuente originaria de la invalidez del laudo criminal de 1899”.
El texto precisó que con este antecedente es “indudable que el Laudo Arbitral de París de 1899 es nulo e írrito” y su fuente jurídica, la composición del tribunal, su falta de motivación y el exceso de poder que lo caracterizaron convierten dicho laudo en uno de los más escandalosos atropellos en dos siglos contra un país latinoamericano.
Remarcó que el mismo constituye una clara expresión de saqueo territorial cometido por el imperio británico, del cual Georgetown “pretende extraer beneficios territoriales y presentarse, al mismo tiempo, como víctima”.
Recalcó que el Laudo fue superado ampliamente por el Acuerdo de Ginebra, suscrito el 17 de febrero de 1966, entre Venezuela, el Reino Unido y la Guyana Británica, hoy Guyana, con el objeto de poner fin a la controversia territorial mediante un arreglo práctico, aceptable y satisfactorio para todas las partes.
“Este Acuerdo está en vigor y es el marco normativo que debe ser cumplido de buena fe por las partes, conforme al derecho internacional”, enfatizó.
La República Bolivariana ratificó que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no tiene jurisdicción para conocer la demanda unilateral de Guyana sobre la «validez» del Laudo de 1899.
Venezuela subrayó, que fiel a su posición histórica, ratificada de manera abrumadora por el pueblo venezolano en el referendo consultivo del pasado 3 de diciembre, “nunca ha otorgado, ni otorgará su consentimiento para someter la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba a la jurisdicción de la CIJ”.
Exigió asimismo a Guyana cesar sus amenazas, junto a sus socios imperiales, contra el pueblo venezolano y cumplir estrictamente el Acuerdo de Ginebra, como único camino válido para la solución pacífica y satisfactoria para ambas partes sobre el territorio de la Guayana Esequiba.
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