Los daños a la agricultura forman parte de un plan del gobierno de Benjamin Netanyahu, que incluye la privación de recursos vitales para la supervivencia de los gazatíes, advirtió en un comunicado el grupo.
Esta es una muestra más del genocidio cometido contra los palestinos en el enclave costero, afirmó.
Tal política, unida a las restricciones de ingreso de alimentos a Gaza, provocó una hambruna severa, hasta el punto en que una porción significativa de los habitantes en el norte se vieron obligados a comer hojas de árboles, subrayó.
Los militares arrasaron todas las tierras agrícolas a lo largo de la frontera a una profundidad de casi dos kilómetros con el fin de crear una zona de amortiguamiento, alertó.
El Monitor destacó que el Ejército también destruyó muchas tierras agrícola a lo largo del llamado corredor Netzarim, creado por Israel para cortar en dos al enclave costero.
Según la organización, en el último año fue arrasado el 75 por ciento de las tierras dedicadas a la agricultura en la Franja.
Recientemente, la Sociedad de Socorro Agrícola en Gaza denunció la crisis del sector debido a la agresión y al bloqueo.
El cese de la producción agrícola y el cierre de los cruces fronterizos provocaron la propagación del hambre en el territorio, afirmó Noha Al-Sharif, coordinadora de la entidad, en una entrevista con el portal noticioso Al Quds.
Al-Sharif acusó a ese país de impulsar “una política de hambre como herramienta de presión” contra la población de Gaza mediante la destrucción de la infraestructura económica al tiempo que impide la entrada de bienes básicos, incluidos insumos agrícolas.
En ese sentido, criticó al gobierno de Netanyahu por bloquear el ingreso de semillas, fertilizantes, equipamiento y pesticidas, lo cual obstaculiza la producción en el campo y conduce a una grave escasez de alimentos en el enclave costero.
Según la ong Acción contra el Hambre, en los primeros nueve meses del conflicto, Israel destruyó 33 por ciento de los invernaderos, 46 por ciento de los pozos y casi el 65 por ciento de los paneles solares, así como más de dos mil 300 infraestructuras agrícolas.
mem/rob
