Esta puesta en escena, copatrocinada por la Embajada en Roma de la nación caribeña y la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), se realizó como parte de las actividades enmarcadas en la Jornada de la Cultura Cubana, que cada año se celebra del 10 al 20 de octubre.
Marco Papacci, presidente de la Anaic, señaló en declaraciones a Prensa Latina, que esta obra fue una iniciativa del círculo de Roma de esa agrupación, el cual proporcionó materiales de archivo y asesoría a sus escritores, Damiano Viggiano y Salvatore Ricci, integrantes de esa compañía, para su realización y puesta en escena.
Viggiano y Ricci, junto a las actrices Dalila Aprile y Giorgia Lunghi, todos egresados de la Escuela Internacional de Teatro y con una larga trayectoria en las tablas, lograron escenificar de una manera poética, cargada de simbolismos, el proceso revolucionario cubano y las agresiones norteamericanas para destruirlo.
Esta pieza teatral refleja a través de la historia de una familia cubana, la lucha guerrillera en la Sierra Maestra contra la dictadura batistiana, y los logros de la Revolución tras el triunfo del primero de enero de 1959.
La trama narra las vivencias de un joven médico cubano que marcha a Italia en 2020, integrando una brigada de especialistas que ayudaron a enfrentar la pandemia de la Covid-19 en este país, donde conoció a una doctora local, quien logró entender a través del mismo la historia de la isla y el profundo humanismo de su Revolución.
Posteriormente se reencuentran en Cuba, donde la joven galena viajó para prestar también su colaboración al proceso revolucionario, y la obra finaliza con imágenes de la aprobación, como cada año desde hace tres décadas, de la condena al bloqueo en la Asamblea General de Naciones Unidas.
La presentación de la pieza ante un numeroso público italiano, significó un acto a favor del fortalecimiento de los estrechos vínculos entre ambos pueblos, en el marco de la celebración de la Jornada de la Cultura Cubana.
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