De acuerdo con la información divulgada por la agencia de la ONU, sus esfuerzos se encaminan a proteger a los niños de un brote que amenaza al país en los últimos cuatro meses.
Desde julio último, Sudán reportó más de 18 mil casos de cólera y aproximadamente 550 muertes en diez estados.
Como respuesta, la Unicef apoya una campaña de vacunación que pretende llegar a 1,8 millones de sudaneses en los estados más afectados: Gedaref, Kassala y Río Nilo.
A la par, el Fondo para la Infancia advierte el alto riesgo de expansión de otras enfermedades como el dengue, la malaria y el sarampión en al menos doce de los 18 estados.
Para el representante de Unicef en Sudán, Sheldon Yett, el impacto de esas epidemias podría ser catastrófico para los niños en medio de la guerra, el desplazamiento y la hambruna.
“La entrega de las vacunas a las autoridades sanitarias de Sudán y a las comunidades más expuestas es esencial para detener la propagación”, aseguró al respecto.
Los brotes llevan al frágil sistema de atención sanitaria al punto del colapso y exacerban las deficiencias en la infraestructura de saneamiento e higiene, agregó el enviado.
“Necesitamos que todos pongan manos a la obra ahora para ampliar nuestra respuesta, detener el brote de cólera y otras enfermedades, y proteger a los niños más vulnerables”, dijo Yett.
La agencia de la ONU entregó la pasada semana casi 190 mil dosis contra la malaria mientras que otras 404 mil contra el cólera arribaron en septiembre.
El conflicto que estalló en abril de 2023 mantiene a de 11 millones de personas fuera de sus hogares, incluidos unos 2,9 millones obligados a refugiarse en países vecinos, en lo que los expertos consideran la principal crisis de desplazamiento del planeta.
Los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y sus rivales Fuerzas de Apoyo Rápido han destruido innumerables medios de subsistencia, sumiendo al país en un complejo espiral de hambre y muertes.
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