Una investigación realizada en la Universidad Nicolás de Cusa, en esta capital, divulgado en el sitio digital informativo del canal televisivo TgCOM 24 indica que esa cifra representa un crecimiento del 6,0 por ciento en la incidencia de esos padecimientos respecto a 2022, con la ansiedad y la depresión como principales afectaciones.
Los resultados de este análisis, publicados en vísperas de la celebración el próximo 10 de octubre del Día Mundial de la Salud Mental, muestran que las dificultades psicológicas más comunes en las personas que padecen ansiedad aumentaron un 26 por ciento, en tanto creció 28 puntos porcentuales el número de quienes sufren depresión.
Entre los síntomas más recurrentes sufridos por quienes gastan entre 31 y 100 euros al mes en la compra de psicofármacos se encuentran los cambios de humor, el insomnio y los ataques de pánico, apunta el reporte, el cual precisa que en 2023, el 19,8 por ciento de los italianos tomaban medicamentos para atender esos males.
El mayor consumo registrado fue el de ansiolíticos, seguido por los fármacos antidepresivos, los estabilizadores del estado de ánimo y los antipsicóticos, consumidos especialmente por las mujeres mayores de 65 años, en un 21,7 por ciento, frente a los 17,8 puntos porcentuales registrados entre los hombres.
Como principal fuente de malestar se señala el trabajo, y el 76 por ciento de los trabajadores experimentaron síntomas como cansancio, alteraciones del sueño, estrés, desinterés o ansiedad al menos una vez.
Los empleados jóvenes son los que más sufren, con más de 700 mil afectados en Italia, y más del 44 por ciento de quienes sufren estrés severo o muy severo deciden autocontrolar sus trastornos, mientras representa un porcentaje de 33 puntos el número de quienes no requieren consulta médica.
Sin embargo, alertan los expertos a cargo de este estudio, debido a la brecha entre la necesidad y la disponibilidad de tratamiento, sólo reciben un tratamiento adecuado un tercio de quienes padecen trastornos de salud mental en Italia.
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