El almirante de la Marina neozelandesa Garin Golding, aseveró a Radio New Zealand, que de confirmarse un derrame, su nación ayudará al Gobierno de Samoa con las repercusiones medioambientales.
Tal declaración coincide con la brindada la víspera por la ministra de Defensa de Nueva Zelanda, Judith Collins, quien descartó la posibilidad de rescatar el buque militar, pues quedó prácticamente en ruinas; pero aseguró que el Ejecutivo le dará el frente al problema.
El HMNZS Manawanui se incendió y hundió el 6 de octubre a una milla de la costa de Samoa, luego de golpear un arrecife de coral.
La tripulación, integrada por 75 personas, pudo abordar los botes salvavidas y llegar a tierra, donde se le brindó atención médica por heridas menores a algunos tripulantes y fueron evacuados en un avión militar a su país de origen.
El mal tiempo en la zona del desastre, ha demorado los trabajos exploratorios; sin embargo, las autoridades neozelandesas planean enviar mañana al buque Canterbury, con un equipo pesado para gestionar derrames, según comentó la emisora radial neozelandesa.
Autoridades de Nueva Zelanda y Samoa coinciden en que la probabilidad de un derrame petrolero en aguas de esa nación isleña del Pacífico sur es muy alta.
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