El estudio realizado para el diario La Estrella de Panamá por la empresa Prodigious Consulting, arroja que pese a la promesa de más chenchén (dinero) en el bolsillo, uno de los temas que más alarma a los entrevistados es el empleo formal.
En ese sentido, el 10 por ciento de la muestra es pesimista y considera que su situación económica empeorará en los próximos tres meses, lo que representa un seis por ciento en comparación con la última medición publicada en julio de este año.
La realidad dentro de los hogares apunta que más de la mitad de los mil 547 encuestados entre el 1 y el 3 de octubre dejaron de comprar artículos y alimentos no esenciales y cuatro de cada 10 personas adquirieron nuevas deudas para pagar gastos corrientes en octubre.
A la pregunta de cuál es el principal problema del país, el alto costo de la vida, el desempleo y la falta de oportunidades estuvieron entre las cinco principales preocupaciones de los entrevistados.
En el poder, Mulino apostó a distintas acciones para cumplir con sus promesas de campaña, entre ellas lanzó el programa Mi Primer Empleo y el impulso a las ferias de trabajo en alianza con la empresa privada para incentivar la generación de empleos formales.
Además anunció proyectos de infraestructura como la construcción de un tren Panamá-David que aún está en el tintero como una de las fórmulas para reactivar la economía.
Mulino saldó deudas con proveedores y llevó adelante una fuerte campaña diplomática para limpiar la imagen del país en el extranjero, siendo una insignia sacar a Panamá de las listas de paraísos fiscales de la Unión Europea, pero aún asi los resultados están por verse y la gente ve un futuro incierto.
Para los entrevistados, la reforma de la ley orgánica de la Caja de Seguro Social, que se debate ahora entre sectores diversos para llegar a un anteproyecto de Ley en la Asamblea nacional (parlamento) antes que concluya el año es un elemento importante para sacar adelante esos desafíos.
De otra parte, el estudio revela que el 55,7 por ciento de los panameños tiene expectativas altas o muy altas del Gobierno, pero no se traduce en confianza en las instituciones, incluido el Legislativo, y el principal problema lo asocian a la corrupción.
De acuerdo con la encuesta de Prodigious Consulting, el 63,2 por ciento de los panameños no simpatiza con ningún partido político.
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