Según informó hoy la agencia de noticias ACNC, en una visita a la Universidad de Defensa Nacional que lleva su nombre y cumple 60 años, Kim dijo que la RPDC acelerará los pasos para convertirse en una superpotencia militar y seguirá fortaleciendo su sistema defensivo con armas nucleares.
En un discurso ante los oficiales y alumnos de la institución, el secretario general del Partido del Trabajo y presidente del Comité de Asuntos Estatales remarcó que “no tenemos la menor intención de atacar a la República de Corea” y que “la simple idea de su existencia nos horroriza”.
Acotó, empero, que “si el enemigo intenta emplear la fuerza contra nuestro Estado, nuestras fuerzas armadas no vacilarán en movilizar todo su potencial de ataque, el cual no excluye el uso de armas nucleares”.
Antes hablábamos mucho de la liberación del sur y de la reunificación por medio de la fuerza, pero ahora nada de esto nos interesa y desde que declaramos que somos dos Estados, nuestra percepción de ese país (unido) se hace cada vez más remota, dijo.
El comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la RPDC aclaró igualmente que cada vez que planteaba un eventual uso de las armas, establecía de forma palmaria e invariable la premisa de “en caso de…” (una agresión militar a su país).
Nuestro argumento de que debemos poseer una fuerza capaz de contener a toda hora al enemigo y controlar la situación, es a todas luces contundente e imparcial, sostuvo.
Kim conminó a los enemigos a “no actuar irreflexivamente” y a estar conscientes de que “si se equivocan e interpretan nuestra advertencia como las fanfarronerías frívolas a las que están acostumbrados, lo pagarán bien caro, acarreando consecuencias funestas”.
Sobre la Universidad de Defensa Nacional, dijo que se trataba de “un baluarte estratégico, origen del glorioso pasado y del presente de la industria revolucionaria que sostiene con firmeza su potencia prestigiosa e independiente, artífice de la eterna victoria”.
Instó a la institución a estar atenta a los cambios políticos en la región y lamentó el “comportamiento provocador de los imperialistas estadounidenses y sus títeres», a quienes acusó de atizar la guerra y de fraguar una alianza nuclear so pretexto de que la RPDC representa una amenaza.
En ese contexto, aconsejó al presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, a no hacer apuestas temerarias a costa de la seguridad de su país y de su pueblo, y a poner más empeño en manejar la situación para evitar conflictos militares, en lugar de enfrentarse a un Estado con armas nucleares.
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