Según fuentes oficiales, desde el 23 de septiembre, las inundaciones afectaron a más de 1,1 millones de personas.
El servicio de protección civil nigerino señaló que todo el territorio del país fue dañado, incluida la capital Niamey, donde murieron nueve personas.
Asimismo se informa que las inundaciones también causaron grandes pérdidas en el ganado y agricultura.
Por otra parte, las autoridades de Educación se vieron obligadas a aplazar el inicio del curso escolar para finales de octubre debido al daño a las escuelas y la cantidad de familias desplazadas.
El jefe de la junta militar que gobierna en Níger, el general Abdourahamane Tchiani, dio recientemente instrucciones para preparar un presupuesto de ayuda y decidió que la financiación de la gestión se garantice esencialmente con recursos propios, por lo que el Gobierno designó unos 18,3 millones de euros para afrontar la situación.
La estación lluviosa en Níger va desde el mes de junio hasta septiembre.
Según reporta la agencia de noticias nigerina, ANP, en 2022 se registraron más de 190 muertos y unos 250 mil afectados, mientras que en el año pasado, las inundaciones provocaron medio centenar de fallecidos y 176 mil damnificados.
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