Valorado en unos 33 mil bolivianos (más de cuatro mil 700 dólares), el cargamento fue entregado a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) para su comercialización a precio y peso justo, según se informó.
El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amílcar Velásquez, aseguró que resultó exitoso el operativo ejecutado en Chaguaya, departamento de La Paz.
Los militares reforzaron el control camino a las fronteras para detectar el denominado contrabando a la inversa de alimentos, consistente en llevar estos productos a países vecinos, donde su precio es varias veces mayor.
El Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) está encargado de proteger la producción nacional y opera en tres líneas.
Una primera se desplaza a lo largo de las fronteras con Chile, Argentina, Paraguay y Perú, mientras la segunda actúa en los pasos aduaneros, con patrullas, de manera conjunta con la Aduana Nacional.
La tercera ejecuta operativos de control en el mercado interno, junto con Impuestos Nacionales, la Policía Boliviana y otras instituciones.
El presidente Luis Arce indicó la víspera la militarización de las fronteras para evitar el denominado contrabando a la inversa de productos nacionales con la correspondiente afectación a los precios.
“Hemos instruido a las Fuerzas Armadas militarizar las fronteras, a que no dejemos que salgan (productos nacionales). Todavía hay normativas que estamos sacando gradualmente para endurecer el control en las fronteras”, aseguró este lunes el jefe de Estado.
Durante un discurso en el aniversario 73 de la Confederación General de Trabajadores Fabriles de Bolivia, Arce explicó que la crisis climática y los incendios forestales, entre otros factores, redujeron la capacidad de producción en varios países de la región, lo cual provocó que en estos se origine una demanda de alimentos bolivianos, cuyos precios son más bajos.
“Tenemos que endurecernos como bolivianos -expresó el dignatario-, porque, hoy por hoy, gracias a nuestra producción de alimentos muchos países vecinos están aprovechando y están viviendo de ese costo de producción bajo”.
Añadió que Bolivia sufre el contrabando a la inversa por ser el país más estable económicamente de la región en muchos años, con una inflación baja.
La semana anterior, el viceministro Velásquez cifró en un millón de bolivianos (casi 143 mil dólares) la afectación diaria que causa a Bolivia el contrabando a la inversa.
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