En un mensaje en la cuenta de X del gobierno libanés, Mikati enfatizó que la intransigencia israelí y «la búsqueda de lo que el enemigo considera ganancias y victorias aún obstaculizan el éxito de estos esfuerzos».
De acuerdo con el jefe del gabinete, los contactos necesarios prosiguen para alcanzar un alto al fuego durante un período específico con el objetivo de discutir los pasos políticos básicos, el más importante es la plena implementación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, y obligar al enemigo israelí a cumplirla.
La máxima autoridad del Ejecutivo indicó que la crisis de desplazamiento desde zonas expuestas a los bombardeos israelíes representa un elemento de presión adicional y «una cuestión de emergencia para la que el gobierno movilizó todas sus energías y agencias».
El comité ministerial para este expediente trabaja según un mecanismo específico acordado para prevenir violaciones y garantizar la entrega de ayuda a los necesitados, apuntó.
Al mismo tiempo, señaló que la gran escala de los desplazamientos, su aceleración y el número cada vez mayor constituye un desafío, pero «lo superaremos con nuestra solidaridad y unidad».
El titular expresó su satisfacción y agradecimiento a todos los países y organismos que brindaron apoyo político, humanitario y moral para enfrentar esta crisis.
Durante la jornada, cuatro personas murieron y otras 10 resultaron heridas como consecuencia de un ataque israelí contra un centro designado para recibir a los desplazados de la guerra en localidad de Wardanieh, en Monte Líbano.
En su hostilidad contra el personal sanitario y equipos de Defensa Civil, dos paramédicos perdieron la vida debido a una incursión aérea israelí contra un centro médico de emergencia en la aldea de Wadi Jilou, en el sur del país.
Hasta ayer el Ministerio de Salud Pública de Líbano contabilizó dos mil 119 fallecidos y 10 mil 19 lesionados desde el comienzo de la agresión israelí hace un año.
mem/yma
