Dicho anuncio se complementa con el edicto del emperador, Naruhito, expuesto este miércoles, en el cual dictamina la disolución del Legislativo y la celebración de los comicios.
Ishiba fue designado como primer ministro del país por el Parlamento, el 1 de octubre anterior, en reemplazo de Fumio Kishida, quien el 14 de agosto anunció que dejaría la alta responsabilidad, motivado por la necesidad de un cambio en el Partido Liberal Democrático (PLD).
El entonces máximo dirigente se vio envuelto en escándalos político-financieros y en diversos reclamos por la profunda crisis económica en Japón que repercute en aumentos del costo de la vida y preocupa a toda la población.
Las elecciones internas del PLD, el principal partido gobernante en esta nación asiática, culminaron con el nombramiento de Ishiba como nuevo líder.
Esta fuerza política ha regido en Japón casi sin interrupción desde 1945, pues controla ambas cámaras del Parlamento y, ya por tradición, su jefe también ejerce el cargo de primer ministro.
Aunque Ishiba se encargó de armar enseguida un Gabinete de Gobierno, declaró que era su responsabilidad preguntar a los ciudadanos si lo apoyarán o considerarán otras opciones.
La composición de este gabinete llama la atención porque solo aparecen dos mujeres y la edad promedio de los ministros es de 63,5 años.
Medios nipones de prensa reconocen a Ishiba como un veterano político muy respetado entre las bases del PLD, del cual fue secretario general.
Además, ha estado al frente de las carteras de Defensa y de Agricultura y Pesca.
La disolución de la Cámara Baja permitirá iniciar la campaña electoral en Japón, el venidero 15 de octubre.
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