Prensa Latina conversó con comerciantes en Quito que buscan alternativas para mantener sus locales abiertos, pero aún así las ventas son bajas y deberán despedir empleados o cerrar.
Luis Chicaiza, que vende pollos asados en el norte de la capital, señala que en los últimos días, cuando los cortes han sido de 10 horas, cambió la rutina para preparar los alimentos, sin embargo, las ventas han disminuido alrededor de un 50 por ciento.
A eso se suman aquellos que invirtieron en generadores eléctricos para mantener activos sus servicios aún sin electricidad y deben comprar el combustible para abastecer el equipo, un gasto adicional.
Ese es el caso de Silvia Toapanta, que tiene un salón de belleza, y no quisiera tener que subir los precios a los clientes, pero “el costo de mantener el generador funcionando tanto tiempo es demasiado alto”.
También quienes hacen teletrabajo deben adaptarse a las nuevas circunstancias de los cortes de energía, que según expertos pueden prolongarse aún durante varios meses como consecuencia de la escasez hídrica.
En ese contexto crecen las críticas a la gestión del gobierno del presidente Daniel Noboa, que en su campaña prometió acabar con los apagones.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) señaló en un comunicado que más allá de la sequía existente, la situación es resultado de una «alarmante ineptitud» y una falta de planificación del Gobierno, que implementa políticas neoliberales en el sector público energético.
En ese contexto, representantes de la Federación Nacional de Cámaras del Ecuador y la Cámara de Comercio de Quito solicitaron este viernes al Gobierno la exoneración del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para importar generadores de energía.
Ese pedido se produce un día después de que el Ejecutivo anunciara facilidades en el acceso a créditos con reducción de intereses para la compra de generadores, así como la decisión de que no se cobre Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la adquisición de esos artefactos.
Los gremios empresariales estiman pérdidas de 12 millones de dólares por cada hora de apagón.
La ministra encargada de Energía y Minas de Ecuador, Inés Manzano, explicó anoche en cadena nacional las acciones del Ejecutivo frente a la crisis energética.
“No podemos controlar las lluvias ni hacer que de repente las centrales hidroeléctricas construidas años atrás generen energía con fuentes alternativas. Lo que sí podemos hacer es ratificar nuestra convicción de transformar una matriz energética antigua”, señaló Manzano.
De acuerdo con el Ejecutivo, la causa principal de los prolongados apagones es el mayor estiaje en 61 años, que impide a las hidroeléctricas cubrir la demanda.
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