Durante una conferencia de prensa, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, se refirió a los informes que señalan que el ataque resultó en heridos entre el personal de la misión de paz.
La vocera calificó este hecho como una grave violación del derecho internacional humanitario y de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Subrayó que es un acto «absolutamente inaceptable» que debe cesar de inmediato y recordó que «cualquier ataque deliberado contra personal de las misiones de paz de la ONU es una violación flagrante que no puede tolerarse».
Asimismo, la portavoz instó a llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el incidente, con el objetivo de responsabilizar a los culpables y adoptar las medidas necesarias para evitar su repetición.
«Exigimos que las partes en conflicto, especialmente Israel, adopten medidas inmediatas para reducir la tensión y garantizar la seguridad de los cascos azules de la ONU, a fin de evitar una escalada mayor del conflicto», agregó.
China, como uno de los países que contribuye con personal a las misiones de paz de Naciones Unidas, reafirmó su compromiso con la seguridad de esos equipos en áreas de conflicto y llamó a proteger su integridad.
Mediante un comunicado Unifil informó que su cuartel general en Naqoura, en el sur de Líbano, fue objeto de agresiones y bombardeos israelíes de manera frecuente.
La misión señaló que dos soldados del comando de cascos azules resultaron heridos después que un tanque israelí Merkava abriera fuego en dirección a la torre de vigilancia.
El contingente de pacificadores detalló que los efectivos de Israel dispararon contra el sitio 1-31 de la ONU en Ras Naqoura, los proyectiles dieron en la entrada del refugio donde se protegían los miembros de la Unifil y causaron daños a los vehículos y al sistema de comunicaciones.
arc/idm
