Proveniente de la la remota Nube de Oort, pasará a casi 71 millones de kilómetros de nuestro planeta mañana 12 de octubre.
Su nombre hace referencia a que se descubrió a principios de 2023 desde el Observatorio Tsuchinshan (Montaña Púrpura) en China y, un mes más tarde, también con el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Sudáfrica.
El pasado 27 de septiembre, el cometa realizó con éxito su paso más cercano al Sol, situándose a tan solo 58 millones de kilómetros, duranten el perihelio o punto de su órbita más próximo a nuestra estrella.
Los científicos no descartaban que en su aproximación al Sol el cometa se hubiera fragmentado, ya que su composición volátil y helada podría no haber soportado el intenso calor de nuestra estrella, pero sobrevivió más o menos intacto.
Sin embargo, su paso fue confirmado mediante las imágenes captadas en los días posteriores, como las del proyecto TAO del Instituto de Astronomía de la Universidad de Tokio (Japón) desde su Observatorio Atacama en Chile, el más alto del mundo.
Alertan los astrónomos para visualizarlo, que se hará mejor desde el hemisferio sur, pues la máxima visibilidad tendrá lugar los días 9 y 10 de octubre, una vez que la media luna comience a alejarse del cometa.
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