Sheldon Yett, representante de Unicef en Sudán, dijo a medios de prensa locales que los niños no comenzaron esta guerra, pero son los que realmente la están sufriendo y son las víctimas.
Yett denunció los efectos de la violencia armada en los niños, así como el cierre de las escuelas y los centros de salud.
También se refirió el funcionario a los esfuerzos que estaba realizando Unicef para detener la propagación de enfermedades infecciosas y los obstáculos a los que se enfrentaban los trabajadores humanitarios para llegar a los necesitados.
Por último, Yett también hizo saltar las alarmas diciendo que Sudán es la mayor emergencia infantil en la actualidad y habló sobre los efectos a largo plazo de la guerra en los niños.
Desde mediados de abril del pasado año, esta nación se encuentra sumida en una guerra interna, tras avivarse las contradicciones por cuestiones de poder entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Burhan y el líder de las paramilitares RSF, Mohamed Hamdan Daglo.
En Sudán, donde ocurrió un golpe de Estado militar en 2019 y otro en 2021, se desató un conflicto en el que murieron miles de civiles, entre ellos, unos 15 mil solo en la región de Darfur Occidental.
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