“Esta asociación está profundamente enraizada en los principios básicos de confianza, respeto mutuo y beneficios recíprocos”, manifestó el jefe de Misión, quien presentó las cartas credenciales al vicepresidente Salvador Valdés, el pasado 18 de septiembre.
Mi objetivo y por extensión el de la Embajada en La Habana es fortalecer los existentes lazos cordiales a través de compromisos productivos, afirmó Sonko en la ceremonia de su presentación al resto del cuerpo diplomático y funcionarios de instituciones locales.
“Al hacerlo, también buscamos vincularnos activamente con otras misiones acreditadas en Cuba para fomentar una mayor colaboración en nuestra meta colectiva de encontrar soluciones integrales y duraderas a los numerosos y complejos problemas que amenazan la estabilidad global y la coexistencia pacífica”, aseveró el embajador.
Sonko expresó su postura de que ningún país tiene el derecho de someter a los ciudadanos de ninguna nación a incalculable sufrimiento, penuria y miseria, al referirse a Estados que aplican políticas de sanciones y bloqueos.
“Si realmente deseamos vivir en un mundo justo y en paz, siempre debemos esforzarnos por vivir según la Regla Dorada: Haz a otros lo que quisieras que te hicieran a ti”, señaló Sonko.
El diplomático recordó que la historia de Gambia y Cuba comenzó en 1979 cuando establecieron relaciones diplomáticas; sin embargo, no fue hasta 2000 que el gobierno gambiano abrió su embajada en La Habana, “y desde entonces la cooperación entre los dos países ha ido creciendo en importancia”, remarcó el embajador.
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