El huracán, que modificó levemente su trayectoria más al sur y entró la noche del miércoles en Siesta Key, cerca de la ciudad de Sarasota, tuvo vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora.
Biden dijo el viernes en una reunión informativa en la Casa Blanca que a más de 50 mil millones de dólares ascienden los daños materiales del fenómeno hidrometeorológico en Florida.
En el encuentro, donde también participó la vicepresidenta Kamala Harris, examinaron la respuesta de la administración demócrata y la recuperación federal tras los huracanes Milton (9 de octubre) y Helene (26 de septiembre).
El mandatario prometió la ayuda necesaria a los damnificados para que puedan recuperarse y agregó que un equipo de 50 mil linieros logró restablecer el servicio eléctrico a cerca de un millón de clientes, pero los reportes indican que todavía alrededor de otro millón sigue a oscuras.
Sin dudas, los dos huracanes consecutivos alteraron las agendas de Harris y del candidato republicano, el expresidente Donald Trump, quienes dedicaron parte de sus últimos días a abordar preguntas sobre el esfuerzo de recuperación ante estos devastadores eventos.
Milton cruzó de oeste a este la península de Florida. Salió al Atlántico la mañana del jueves con categoría 1, pero atrás las imágenes eran dantescas.
Aunque no generó el peor escenario previsto por los meteorólogos, el impacto de Milton ha sido tremendo, especialmente en el centro y sur del estado, donde una ola de tornados asociados al sistema ocasionaron la mayoría de las muertes registradas.
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