El Tribunal de Sentencia de Sensuntepeque, en Cabañas, escuchará este lunes los alegatos finales del juicio conocido como los de Santa Marta, cuando la Fiscalía General de la República (FGR) y los defensores expondrán sus últimos argumentos ante los jueces.
Luego de esta jornada, los abogados defensores esperan que el tribunal emita su fallo mañana martes en un dilatado pleito que se mantuvo en la atención del país pues algunas fuentes señalan que detrás del mismo hay intereses que pretenden restablecer la minería metálica, a lo que se oponen los ambientalistas.
Según señaló en Facebook el abogado Pedro Cruz, uno de los defensores de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en El Salvador, el jueves se presentaron las pruebas de la defensa sobre la inocencia de los detenidos.
Con lo expuesto ante los magistrados logramos destruir la hipótesis y los postulados que plantea la Fiscalía y nos encontramos optimistas de que con el alegato final y las conclusiones podamos demostrar con toda certeza y contundencia al tribunal que las personas acusadas del delito son inocentes por completo, dijo.
El asunto comenzó el martes 8 de octubre con la presentación de las pruebas documentales y testimoniales por parte de la FGR, en las que se acusa a los ocho por el presunto asesinato de María Inés Alvarenga, el 22 de agosto de 1989, quien supuestamente fue sacada de su casa y torturada ante de su homicidio.
Observadores internacionales que presenciaron el juicio afirmaron que las personas acusadas deben ser liberadas del presunto crimen por el cual se les juzga y precisaron que durante las vistas se violaron estándares internacionales del debido proceso.
Los fiscales mostraron a los acusados de maneras que daban por sentada su culpabilidad en las redes sociales. Tememos que esta violación a la reserva sin una reprimenda judicial representa una falta de imparcialidad procesal, expresó Yvette Borja, de la Facultad de Derecho, de la Universidad de California, en Estados Unidos.
Asimismo, otro de los observadores apuntó que contra los implicados no se presentaron pruebas suficientes para condenarlos y que la única solución justa es su absolución.
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