Mediante un comunicado, la ministra australiana del Medio Ambiente, Tanya Plibersek, comentó que aunque el territorio sigue libre de la gripe aviar altamente patógena H5N1, la terrible realidad de esta enfermedad indica que resulta imposible evitar su llegada.
Ante ese reto, común al de numerosos países, el Ejecutivo dispuso de más fondos para la protección de la agricultura australiana con el necesario reforzamiento de las medidas de bioseguridad, y a su vez contempla la adquisición de vacunas en aras de proteger a algunas especies de aves en cautividad.
El sector agrícola en Australia sufrió el impacto de brotes de otras variantes de la gripe aviar este mismo año.
Plibersek no descarta una potencial entrada de la cepa H5N1 al país a través de las aves migratorias y teme por el efecto sobre especies en peligro de extinción, que no están en condiciones de afrontar una mortalidad significativa.
De acuerdo con el comunicado, el monto se empleará además en reforzar la protección medioambiental y acelerar las acciones de protección de especies amenazadas y la biodiversidad prioritaria.
Igualmente, servirá para incrementar el número de vacunas contra la gripe pandémica en las reservas médicas, pese a que la posibilidad de infecciones humanas parece ínfima, según se notificó.
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