A pesar de las difíciles condiciones económicas que presencia Siria a consecuencia de la prolongada guerra y el injusto y asfixiante bloqueo económico, entidades gubernamentales y populares se esfuerzan para ayudar a los casi 400 mil personas que ingresaron al país, incluidas alrededor de 120 mil nacionales libaneses.
El jefe del Comité Supremo de Ayuda y ministro de Administración Local, Louay Kharita, reveló que los refugiados fueron acogidos en 16 centros mientras otras cuatro instalaciones fueron preparada y están dispuestas a recibir más gente si se hace falta.
El mayor número de desplazados se concentró en la provincia de Damasco-campo, luego en Homs, seguidas por otras gobernaciones como Tartous, Hama, Idlib y Raqa, precisó el Ministro.
Aclaró que muchos de los desplazados escogieron instalarse en apartamentos y hoteles, mientras decenas de iniciativas civiles fueron lanzadas para acoger a los llegados en los monasterios y sedes de asociaciones caritativas.
Kharita agradeció la ayuda enviada por varios países como Irán, Venezuela, Pakistán, Iraq y otros, y aseguró que existe una coordinación con todas las partes involucradas en el trabajo de socorro para que los alimentos, medicinas, materiales médicos y otros materiales de socorro, llegan a quienes los merecen.
Se destaca en esta labor, las iniciativas populares de los sirios que acogieron en sus propias casas a cientos de familias del Líbano.
A su vez, el Ministerio de Salud sirio dio a conocer que el número de servicios médicos gratuitos prestados a quienes llegan desde el Líbano superó los 35 mil, de los cuales se beneficiaron aproximadamente 21 mil personas durante 19 días.
Explicó que la atención médica incluyó consultas de medicina general, cirugía y operaciones de emergencia, servicios de salud mental, salud reproductiva y enfermedades crónicas, además de inmunizar a los niños con las vacunas necesarias.
El Ministerio había puesto todos los hospitales públicos en las gobernaciones fronterizas con el Líbano en plena preparación para recibir casos y abastecer los cruces con ambulancias equipadas las 24 horas del día, además de médicos.
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