Esta infraestructura es esencial para el regreso de la humanidad a la Luna y su presencia a largo plazo allí, explicó ESA en un comunicado.
Se trata del proyecto Moonlight cuyo objetivo es permitir aterrizajes independientes y precisos y facilitar el intercambio de datos entre la Luna y la Tierra.
La constelación estará formada por cuatro satélites de navegación y uno de comunicaciones, que cubrirán principalmente el polo sur de la Luna, lo que constituye especialmente interesante para futuras misiones.
La red debería estar en pleno funcionamiento a partir de 2030. Esa habla de más de 400 misiones lunares previstas por agencias espaciales y empresas privadas en los próximos 20 años.
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