La mayor cantidad de estos últimos fenómenos se estiman en diciembre y enero del año próximo, explicó César George, de los jefes de área del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
Adelantó la llegada de un frente este mes, tres en noviembre, cuatro en diciembre, igual cantidad en enero, tres en marzo y uno en abril, los cuales –agregó- pueden provocar un aumento de lluvias en las regiones del norte y Caribe.
El encargado de Meteorología del Insivumeh detalló que los descensos de temperaturas más intensos se producirán en zonas del departamento de San Marcos, Totonicapán, Quetzaltenango, Huehuetenango, Sololá, parte de Quiché y en esta capital.
El año pasado los termómetros marcaron hasta menos siete grados en el Altiplano Central, mientras en la temporada que está por iniciar podrían ser similares o un poco más altas, al considerar que 2024 fue más cálido que 2023, remarcó George, citado por Emisoras Unidas.
En relación con el pronóstico para otras regiones del país, el especialista describió que Petén, Franja Transversal del Norte y el Caribe no tienen época seca definida.
Entonces, enfatizó, los frentes fríos se manifiestan generando lluvias en esos lugares donde se cultivan granos.
Advirtió que aún dentro de la temporada ciclónica (hasta el 30 de noviembre) podrían formarse entre seis y 13 tormentas, de las cuales de dos a siete alcanzarían la categoría de huracán.
Las precipitaciones, que comenzaron concretamente en Guatemala el pasado junio, dejaron hasta la fecha 34 personas fallecidas y 15 heridas, según datos diarios de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
La entidad registró dos mil 298 incidentes en total, 15 mil 363 damnificados, 29 mil 586 evacuados, 10 mil 333 personas en riesgo y 979 albergados.
Existen mil 494 viviendas en riesgo, 868 con daños leves, 14 mil 64 moderado y 431 severo, además de 62 escuelas afectadas, 788 carreteras, 19 edificios y 73 puentes, de ellos, ocho destruidos.
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