La investigación del Laboratorio Nacional Argonne centrado en dos instalaciones fotovoltaicas gigantes en la zona sur del estado de Minnesota, en Estados Unidos, explica que
la desaparición de especies polinizadoras en todo el mundo, debido al uso desenfrenado del suelo con fines agrícolas y al uso de pesticidas es una amenaza para la biodiversidad del planeta y nuestro propio suministro de alimentos.
Los insectos que polinizan las plantas que comemos o que come el ganado, como las poblaciones de abejas, son algunas de las especies más afectadas, pues más de veinte mil especies de abejas en el mundo son responsables directa o indirectamente del 80 por ciento de todos los alimentos a nivel mundial, a través de la polinización.
Argumentan los autores en su artículo publicado en tiempo.com que la polinización es muy importante para el medioambiente, no sólo mantiene sino que garantiza la supervivencia de diversas especies de seres vivos y del entorno en el que viven.
La agricultura también depende de la polinización al reproducir lo cultivado. Casi el 90 por ciento de las especies de plantas de flores silvestres del mundo requieren polinización animal.
El estudio resalta que los proyectos agrofotovoltaicos buscan la máxima sinergia entre la energía fotovoltaica y la agrocultura mediante la instalación de paneles solares en tierras cultivadas, en busca de revertir la disminución de las poblaciones de abejas y aumentar exponencialmente la diversidad de insectos y flores.
Estos proyectos agrofotovoltaicos no sólo maximizan el uso de la tierra al beneficiar la producción agrícola con la generación de energía, sino que también son responsables de crear nuevos hábitats con sombra y libres de pesticidas para los insectos.
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