De acuerdo con el prestigioso jurado integrado por intelectuales de Cuba, Costa Rica, México, El Salvador, España y Argentina, la obra Luna Escarlata, de Edgar Soberón, mereció el más alto galardón de las artes escénicas.
La puesta recrea las vivencias y preocupaciones de una familia panameña humilde en los días previos a la invasión de Estados Unidos al istmo en diciembre de 1989.
En Cuento, el ganador fue Pedro Crenes, con su obra Así que el mar era esto, que narra historias muy personales que devienen en una suerte de viaje a la semilla, un recorrido al interior de la existencia humana.
En el género Novela el reconocimiento recayó en Los grandes dientes de la Caperucita, de Carlos Wynter, un texto donde se entremezclan temáticas de enorme fuerza y actualidad como la prostitución, las drogas, los asesinatos y la corrupción como escenografía de una sociedad al límite donde los genocidios lo impregnan todo, según el jurado.
El prestigioso galardón en Ensayo lo mereció la historiadora Patricia Pizzurno por la obra Narrativas sobre identidades y espacios subalternos en Panamá, que aporta un instrumento teórico-metodológico de análisis sobre el concepto de la subalternidad y de la ciudadanía para visibilizar dinámicas concretas en los procesos de creación de la cultura y en las relaciones entre marginalizados y poderosos.
En Poesía se alzó con el premio Eyra Habar con el poemario En el lugar más lejano.
Durante la Semana Literaria Ricardo Miró hasta el 18 de octubre, en la Ciudad de las Artes, en esta capital; y otros espacios culturales, se realizarán conversatorios, recitales y talleres con los jurados internacionales del más importante concurso literario de la nación centroamericana.
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