Más temprano este miércoles, Zelenski presentó ante la Rada Suprema (parlamento ucraniano) el llamado plan de cinco puntos, entre ellos invitar al país a la Alianza Atlántica antes de fin del conflicto y la propuesta de Ucrania a los países occidentales de desplegar «un paquete de disuasión no nuclear» en su territorio.
«El siguiente punto del fortalecimiento de la defensa ucraniana: esto Zelenski lo va a conseguir, como ha dicho, mediante operaciones puntuales en determinados lugares ¿Cómo quiere lograr esto? Es ridículo decirlo: dañando la aviación rusa junto con sus socios” refirió Zajárova.
La vocera añadió que en otras palabras, está empujando a los miembros del bloque atlantista hacia un conflicto directo con Rusia, y vuelve a insistir en obtener permiso para utilizar armas de largo alcance en territorio ruso.
Igualmente la diplomática puntualizó que el plan está esencialmente dirigido a sacar dinero y mostrar las «capacidades terroristas» de Kiev.
«Creo que hoy Zelenski ha demostrado definitivamente a todo el mundo que odia a los ucranianos hasta un grado que puede calificarse como ‘ucranofobia'», subrayó Zajárova.
El mandatario ucraniano informó antes que su plan está totalmente preparado y contiene también «un poderoso paquete de medidas para obligar a Rusia a poner fin a la guerra de manera diplomática».
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, son proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este. Los países del bloque y otros aliados apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú. Rusia, por su parte, envió notas de protesta a todos los países que suministran armas al país vecino.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que las naciones occidentales que apoyan a Ucrania se están convirtiendo en parte del conflicto y cualquier cargamento con armas para Kiev pasará a ser un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.
Según el Kremlin, la política de Occidente de nutrir de armas a Ucrania no contribuye a las negociaciones ruso-ucranianas y sólo tendrá un efecto negativo.
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