Durante un encuentro de emergencia del Consejo de Seguridad, la titular de Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya, aseguró que desde el 2 de octubre, menos de la tercera parte de las 286 misiones humanitarias coordinadas con las autoridades de Tel Aviv se llevaron a cabo sin demoras.
Como consecuencia, agregó, los hospitales enfrentan el riesgo de quedarse sin combustible y sin suministros médicos esenciales mientras las reservas de alimentos disminuyen.
En las últimas jornada, el mundo también ha sido testigo de imágenes de pacientes y personas desplazadas refugiadas cerca del hospital Al Aqsa quemadas vivas, mientras que decenas más sufren quemaduras terribles.
A inicios de semana, más de 20 personas murieron o resultaron heridas en un ataque a una escuela que servía de refugio en Nuseirat, blanco de bombardeos israelíes.
La ofensiva militar israelí se está intensificando en el norte, confirmó Msuya al advertir por los intensos combates cerca del campamento de Jabalia y sus alrededores.
“Las imágenes que salen del campamento muestran una población traumatizada, que huye para salvar su vida, sin ningún lugar seguro al que ir”, lamentó la diplomática.
De otra parte, el representante permanente de Palestina en la ONU, Riyad Mansour, ratificó la necesidad de que el Consejo actúe ante lo que que calificó como violaciones sistemáticas del derecho internacional.
“Cualquier otra cosa es complicidad y rendición. El pueblo palestino que sufre el infierno no se ha rendido. Ustedes tampoco deberían hacerlo”, pidió el también embajador.
Cerca de 400 mil palestinos enfrentan bombardeos, hambre y falta de ayuda humanitaria en el norte de Gaza, obligados a elegir entre «quedarse y morir o irse a enfrentar la muerte en otro lugar».
De acuerdo con Mansour, los ataques a civiles, humanitarios e incluso la campaña contra la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa) forman parte del «genocidio a sangre fría, planificado y ejecutado» por Israel.
En este contexto, remarcó, el silencio y la inacción no son aceptables.
“Al uso brutal de la fuerza, debemos responder con todo el peso de la ley”, pidió Mansour al Consejo.
arc/ebr
