En un mensaje difundido en la noche de este jueves en redes sociales, el mandatario dijo estar consciente del esfuerzo de los ciudadanos.
Sobre los nuevos horarios de racionamientos anunció que par el sector residencial la próxima semana serán de ocho horas diarias, luego pasarán a seis horas y posteriormente a cuatro horas, mientras que para las zonas industriales se mantendrán en 10 horas.
Asimismo, Noboa comunció que desde noviembre el Estado subsidiará los primeros 180 kilowatts de consumo de los hogares.
No podemos controlar las lluvias ni hacer que de repente las hidroeléctricas construidas años atrás generen energía con fuentes alternativas y renovables, pero tampoco nos quedamos cruzados de brazos, afirmó el gobernante.
Agregó que desde el próximo mes se sumarán 241 megawatts al sistema electroenergético “a partir de la compra de generación permanente en tierra” y en los siguientes meses también incoporarán otras formas de producción eléctrica.
La ministra encargada de la cartera de Energía y Minas, Inés Manzano, justificó la crisis actual al señalar que el país depende de las hidroeléctricas y hoy, frente al impacto de la sequía y el cambio climático, el colapso fue inevitable.
Subrayó que el Ejecutivo emprende acciones para diversificar la matriz energética con proyectos solares, eólicos, geotérmicos, entre otros.
Por su parte, la titular de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Sonsoles García, agradeció al sector productivo por la resistencia, por mantener el empleo, por impulsar la innovación y sostener el desarrollo económico en tiempos desafiantes.
García señaló que, para disminuir el impacto de los cortes, el Ejecutivo adoptó medidas como incentivos fiscales, apoyo logístico, y propuestas de proyectos de ley a la Asamblea Nacional (parlamento) para promover la generación eléctrica privada.
Ecuador, cuya matriz energética depende del 72 por ciento del agua, enfrenta la sequía más severa de las últimas seis décadas, así como falta de inversiones en el sector, lo cual provocó que desde el pasado 23 de septiembre los cortes de luz fueran más prolongados.
La falta de fluido eléctrico complica las actividades cotidianas, laborales y productivas en el país, cuyo sector empresarial estima la pérdida de 12 millones de dólares por cada hora de desconexión.
A su vez, crece el rechazo al presidente Noboa por su gestión de la crisis energética, incluso la víspera hubo protestas estudiantiles en la sureña ciudad de Cuenca.
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