De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la economía del gigante asiático alcanzó de enero a septiembre de 2024 unos 94,97 billones de yuanes (13,34 billones de dólares).
El sector primario creció un 3,4 por ciento interanual en este mismo período; el secundario, un 5,4 por ciento y el terciario, un 4,7 por ciento.
La ONE expresó su optimismo respecto a una tendencia estable de crecimiento económico con factores positivos que inciden en la recuperación económica, pese a un contexto internacional complejo.
La segunda economía mundial toma medidas para impulsar el consumo interno y crear un entorno empresarial atractivo para el capital foráneo, en momentos en que enfrenta desafíos vinculados con la baja demanda nacional e internacional y con problemas en el sector inmobiliario.
Entre las metas de desarrollo para 2024 del gigante asiático se encuentran un crecimiento económico del cinco por ciento y la creación de 12 millones de empleos.
Beijing aboga por hacer flexible, moderada y precisa la política monetaria y potenciar la coordinación entre macropolíticas.
El gobierno chino señaló la importancia de continuar con la configuración de un sistema industrial moderno para desarrollar con más rapidez fuerzas productivas de nueva calidad.
El gigante asiático aboga por promover de forma activa la denominada industria emergente y del futuro, como es el sector de vehículos inteligentes, la energía del hidrógeno y los medicamentos innovadores, entre otras.
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