El martirio de Al-Sinwar y de otros luchadores sólo fortalecerá el movimiento Hamás y su determinación de continuar el camino de lucha por el establecimiento del Estado palestino con Jerusalén como capital, dijo el comandante en el Movimiento Khalil Al-Hayya en una comparecencia televisiva.
El líder Yehia Al-Sinwar pasó a la eternidad. Él no claudicó hasta el momento de su vida y se mantuvo firme en Gaza, y su sangre y espíritu de lucha seguirá iluminando el camino y constituirá un incentivo para las actuales y próximas generaciones de resistentes, afirmó el dirigente.
A su vez, el grupo de resistencia palestino “Brigadas Al-Qassam” emitió un comunicado en el que lamentó la muerte de Al-Sinwar y aseguró que la lucha no se detendrá hasta la liberación de Palestina, la expulsión del último soldado sionista y la recuperación de todos los derechos legítimos.
Entramos en esta importante y decisiva batalla con las demás facciones de la resistencia, sabiendo que el precio de la liberación es muy alto, afirmó el grupo.
A su vez, el Movimiento de la Jihad Islámico comentó que el martirio del Al-Sinwar aumentará la fuerza, solidez y determinación de la resistencia en Palestina y toda la región.
Yehia Al-Sinwar nació en 1962 en el campamento de Khan Younis en la Franja de Gaza. Tras pasar 23 años en las prisiones israelíes, Abu Ibrahim, como lo apodan, fue liberado y se unió a la resistencia convirtiéndose en el coordinador entre los líderes políticos y militares de Hamas.
Fue asignado como jefe del Buró Político de Hamás sucediendo a Ismael Hanieh, asesinado en Teherán, en julio pasado.
El fallecido representaba un verdadero desafío y complejo para los servicios de seguridad e inteligencia israelíes, que durante varios años, intentaron asesinarlo al bombardear su lugar de residencia en 2012 y 2021.
Contribuyó a la creación de la Facultad de Artes de la Universidad Islámica de la Franja de Gaza. Estando en la prisión, escribió su novela “Cardos y Clavos”, y además del árabe, Al-Sinwar aprendió hebreo durante el cautiverio y lo dominó, y lo consideró un medio para conocer al enemigo.
Él perdió la vida el pasado miércoles en la ciudad de Rafah en el sur de la Franja de Gaza, tras un enfrentamiento con las fuerzas de ocupación israelíes que tuvieron que bombardear el edificio en el que se atrincheraba y asesinarlo a él junto a dos de sus acompañantes.
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