Un reporte elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) alerta que la pérdida neta de talentos en esta nación europea, como resultado de ese fenómeno ascendente, fue de unas 87 mil personas altamente calificadas.
El 72 por ciento del capital humano que emigró durante esa década finalizó una maestría o equivalente, mientras sumaron 22,0 puntos porcentuales los jóvenes con título de tres años, y un 6,0 por ciento contaba con un doctorado, precisa el análisis
Resulta significativo y preocupante, de acuerdo con ese estudio titulado Estadísticas sin frontera, que las expatriaciones se sitúan actualmente en niveles inferiores a los del periodo anterior a la pandemia de la Covid-19.
Francesca Licari, investigadora del Istat, apuntó al respecto que “si la permanencia de jóvenes talentos fuera de las fronteras nacionales se vuelve estable o irreversible, podría representar el indicador de un proceso de desinversión en capital humano que socava el potencial de crecimiento del país”.
El principal destino de esta fuga de cerebros italianos es Reino Unido, con 28 mil en la década, mientras que hacia Alemania viajaron 18 mil talentos y hacia Suiza y Francia 12 mil y 11 mil, respectivamente, a la vez que el principal destino fuera de Europa fue Estados Unidos, con siete mil personas, agrega la fuente.
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