El general Federico Mejía, del Comando Específico, declaró que la liberación de los 60 uniformados fue posible gracias a la presión de la comunidad para que los dejaran salir.
Según apuntó el oficial, los soldados realizaban operaciones militares en la zona del Cañón del Micay, cuando fueron rodeados por miembros de la comunidad, quienes plantearon que la presencia de los efectivos pone en peligro sus vidas debido a las confrontaciones que se desarrollan contra las estructuras armadas presentes en el territorio.
Hace una semana el Ejército inició una ofensiva en el corregimiento El Plateado, con alrededor de mil 400 efectivos, vehículos blindados y artillería de última generación.
Los soldados lograron tomar el control del casco urbano de esa localidad que, según fuentes gubernamentales, desde hacía cinco años estaba bajo el dominio del grupo autodenominado Estado Mayor Central.
Posteriormente una delegación del Gobierno acudió a la zona para conversar con los pobladores y hacerles propuestas para mejorar sus condiciones de vida.
La directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de Colombia, Laura Sarabia, ratificó tras la visita la disposición del Gobierno de hacer presencia permanente en esa región.
La funcionaria explicó que desde hace 13 años la fuerza pública estaba ausente de la localidad, por lo cual calificó como normal las muestras de incertidumbre y desconfianza por parte de los pobladores hacia la intervención del Estado.
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