En la embajada de la mayor isla del Caribe en esta nación, un pequeño grupo de profesionales de batas blancas graduados en ese centro ubicado en La Habana sostuvieron un encuentro previo en el cual rindieron tributo al Comandante en Jefe Fidel Castro y a su Revolución.
Los doctores expusieron sobre sus años en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) y otras provincias en ameno diálogo con el jefe de esa legación diplomática, Nazario Fernández, otros funcionarios y amigos de la solidaridad.
Ante la presencia de la rectora Yoandra Muro y la coordinadora actual de la Brigada Médica antillana en la tierra del quetzal, Mariheta Cutiño, el embajador remarcó que Fidel Castro fue el inspirador, el motor de esa realización.
Consideró que todo lo que sienten los médicos formados en Cuba es un estímulo, porque “nosotros somos resultado de la solidaridad también, de lo que ustedes piensan y hacen por Cuba”. Fernández recordó que el líder la Revolución dedicó su vida a un mundo mejor, al mejoramiento humano, algo que nos compromete a ser continuadores.
El bloqueo impuesto por Estados Unidos a la Isla existe desde hace 62 años, cuando la inmensa mayoría de los presentes no había nacido, enfatizó.
Señaló que en los últimos años, desde la administración de Donald Trump (2017-2021) hasta la fecha, esas acciones contra Cuba llegaron a niveles insospechados.
La finalidad es hacer el mayor daño posible al pueblo, privarlo de alimentos, medicamentos, de la energía, aseveró el embajador.
Aprovechó para mencionar que los venideros 29 y 30, dentro de unos días, por 32 ocasión Cuba presentará la resolución contra el bloqueo en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Entonces, la solidaridad de ustedes, el amor, nos inspiran, seguimos trabajando y cumpliendo con los sueños de Fidel, expresó el diplomático.
Agradeció la presencia de los galenos y sobre todo lo contado, “porque eso nos enriquece y nos compromete cada vez”.
La rectora de la ELAM y exjefa de la brigada médica de Cuba en esta tierra del quetzal (2004-2008) afirmó que Fidel Castro fue un hombre que confió mucho en la juventud.
Con los que quedaron hizo la guerra, la Revolución con el que tenía al lado, aquellos con la voluntad, el corazón y los sentimientos para echar adelante al país, describió.
Precisó que en Guatemala tuvo la suerte de recibir esos estudiantes ya graduados, acompañarlos luego en la residencia, quienes fueron después compañeros en niveles diferentes.
La ELAM es una de las obras inmensas del Comandante en Jefe, él quería que América se uniera y todos aprendieran de todos, relató Muro.
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