La inversión, a cargo de la empresa española Gasgreen, fue de 20 millones de dólares y permitirá abastecer a 40 mil hogares.
De esa forma, se utiliza el gas metano que emanan los desechos en corriente eléctrica para los hogares de Quito.
El alcalde de la ciudad, Pabel Muñoz, cree que esa puede ser una solución técnica para minimizar el impacto de la basura en el medio ambiente y a su vez contribuir al desarrollo económico de la capital.
Con esta iniciativa, la alcaldía busca dejar atrás la transportación a diésel altamente contaminante y promueve planes de electromovilidad.
Las autoridades aspiran que esa infraestructura permita abastecer al Metro de Quito y a los 60 nuevos trolebuses eléctricos que llegarán en el primer trimestre de 2025.
Es una solución respetuosa con el medio ambiente y evita depender de los recursos hídricos, señaló el viceministro de Energía, Fabián Calero.
Ecuador enfrenta la sequía más severa de las últimas seis décadas, así como falta de inversiones en el sector energético, lo cual provocó que desde el pasado 23 de septiembre los cortes de luz fueran más prolongados, de 10 y hasta 12 horas sin corriente.
La falta de fluido eléctrico complica las actividades cotidianas, laborales y productivas en el país, cuyo sector empresarial estima la pérdida de 12 millones de dólares por cada hora de desconexión.
Desde este lunes los cortes se reducirán paulatinamente y esta semana serán de ocho horas, según anunció el presidente Daniel Noboa, una decisión que según expertos no tiene sustento técnico.
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