Vamos 3,9 por ciento arriba de igual período del año pasado, hubo unos meses muy bajos, pero luego mejoró, explicó la autoridad, quien detalló que aumentaron en monto pero no en cantidad de unidades, lo cual se debe al valor agregado dado a los productos.
Es el comportamiento del mercado el cual dicta hacia dónde vamos, precisó Estrada, y amplió que este año la Asociación de la Industria del Vestuario y Textiles estima cerrar con un incremento de entre 4,5 y seis por ciento.
Creo que este puede ser un año de recuperación para la industria de confección que estuvo muy golpeada, de igual forma que la industria de textiles, reflexionó, citado por el diario local Prensa Libre.
Ya se acerca el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, temporada en la que hay muchas ofertas en ese país y que marca el termómetro de cómo va a ser fin de año y los primeros meses del otro año, amplió.
Tenemos expectativas altas de que arranque una muy buena temporada en ventas, son días de locura de compras en esa norteña nación, además vienen las finales del béisbol y eso también genera cierta demanda para algún tipo de prendas, describió.
Las ventas del sector de vestuario y textiles en el 2023 aportaron a Guatemala mil 848,8 millones de dólares, bien por debajo de las expectativas.
El rubro venía de dos años récord de exportaciones, luego del descenso de -11,9 por ciento registrado en el 2020, primer año de la pandemia de la Covid-19.
Las exportaciones totales del país también cayeron -9,3 por ciento en el período anual anterior, al situarse en 14 mil 195,7 millones.
La tierra del quetzal cerró el pasado año con un crecimiento del producto interno bruto de 3,5 por ciento y para 2024 proyectó una subida en el rango de 2,5 al 4,5 con un valor central o núcleo de 3,5 por ciento que se mantiene.
Datos del Banco Central indican que las remesas constituyen el principal motor de la economía (aportan un 19 por ciento), por delante de vestuario y textiles, café y banano.
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