De acuerdo con el estudio conjunto, dado a conocer este lunes en la sede en Chile de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la isla destinó ese año 13 por ciento de su PIB a la salud.
Le siguen Uruguay y Colombia (siete) y El Salvador, Nicaragua, Argentina y Bolivia (seis).
Ambos organismos de la ONU reconocen que en las últimas décadas aumentaron los recursos públicos para la atención médica en la región, hasta alcanzar un promedio de 4,5 puntos porcentuales del PIB.
Si bien es un avance, se trata de una cifra inferior a la meta de seis por ciento propuesta por la Cepal y la OPS.
El informe presentado este lunes es el tercero elaborado por las dos instituciones tras los documentos de 2020 y 2021 dedicados al análisis de los impactos de la pandemia de la Covid-19.
Cepal y OPS llamaron a los países del área a no postergar la salud en la agenda pública durante el actual período pospandemia y a invertir en este sector para reducir la desigualdad y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Superar las barreras de acceso a la atención, que hoy hacen que casi tres de cada 10 personas tengan necesidades insatisfechas, es fundamental para alcanzar la salud universal, declaró el director de OPS, Jarbas Barbosa.
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