La Alianza para el Compromiso y el Respeto de Cuba (Acere) lanzó una petición de ayuda al presidente Joe Biden en solidaridad con el pueblo de la isla en medio de «una crisis energética sin precedentes».
En su solicitud, el grupo afirmó que la escasez de combustible y la falta de piezas de repuesto para el mantenimiento y reparación de las plantas termoeléctricas son consecuencias de las políticas estadounidenses de máxima presión.
Políticas -subrayó- adoptadas por el gobierno de Donald Trump (2017-2021) “y continuadas en gran medida por la administración Biden”.
La agrupación, promotora del acercamiento entre los dos países y del levantamiento del cerco económico unilateral, señaló también que “la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo (SST, por sus siglas en inglés) no solo sofoca las importaciones, sino que complica las transacciones financieras internacionales”.
Tal medida coercitiva impide igualmente “la contratación de buques de carga para obtener el combustible, las piezas de repuesto, la tecnología y los equipos que demanda el sistema energético”, enfatizó.
La designación SST, junto con decenas de otras sanciones que Trump impuso a la inversión, el comercio y los viajes, tiene un impacto inconmensurable en la economía cubana, afectando tanto al sector público como al privado y perjudicando especialmente al pueblo cubano, insistió la petición de Acere.
La administración Biden -agregó- debería mostrar «su genuina preocupación por los cubanos en la isla iniciando hoy una revisión para rescindir la designación de Cuba» de la arbitraria lista.
“Con suficiente voluntad política, el presidente Biden puede pedir que se inicie la revisión y sacar a ese país de la lista antes de dejar el cargo”, reiteró Acere en su comunicado.
Biden “todavía tiene 90 días en el puesto y (…) puede hacer lo correcto implementando una acción que su administración afirmó haber iniciado, pero que luego desestimó, supuestamente debido a la presión política de los congresistas de línea dura cuyas políticas fallidas continúan produciendo resultados contraproducentes”, acotó.
Además, llamó a evitar la profundización de una crisis de gran envergadura, “independientemente de las diferencias políticas o ideológicas”.
Cuba sufrió una desconexión del Sistema Electroenergético Nacional el pasado 18 de octubre que provocó apagones prolongados en todo el país.
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