Su liderazgo pone de relieve el papel fundamental que desempeña la organización subregional en la formulación de directrices para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial.
El Protocolo de Nagoya abarca áreas clave como el acceso a los recursos genéticos, reparto justo de los beneficios con los países y las comunidades proveedores, respeto de los conocimientos tradicionales y los derechos de las comunidades indígenas y el cumplimiento de las normas para el uso de los recursos genéticos.
La COP16, la mayor cumbre de las Naciones Unidas para la protección de la naturaleza, comenzó hoy en Cali, Colombia, con llamados a invertir recursos y llegar a acuerdos concretos para detener la destrucción de la biodiversidad.
La reunión tiene su sede en el Centro de Eventos Valle del Pacífico en esa ciudad del suroeste de la nación sudamericana y a ella asisten más de 190 delegaciones y cerca de 23 mil personas.
En su primer discurso como presidenta de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, instó a los presentes a tomar acciones concretas durante el evento.
Se refirió a las transformaciones que necesita acometer el planeta para proteger a la diversidad biológica.
«Se trata de una revolución de nuestro estilo de vida en el planeta, tenemos que movilizar a todos los sectores y regirnos por este marco común implementado en 2022 para revolucionar cómo vivimos y cómo llevamos a cabo la economía. Este foro puede desencadenar esa reforma», estimó.
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